En la región de Tumbes, ubicada en el extremo norte del Perú, se encuentra una notable variedad de cultivos nativos con propiedades medicinales. Estos recursos naturales, producto de una larga tradición de conocimiento y aprovechamiento de la biodiversidad local, han desempeñado un papel fundamental en la salud y el bienestar de las comunidades de la zona.
Uno de los cultivos más destacados es el «guayacán», un árbol cuya corteza y hojas se han utilizado tradicionalmente para tratar diversos malestares, como problemas respiratorios y trastornos de la piel. Asimismo, el «maní de monte» es apreciado por sus propiedades antiinflamatorias y digestivas, mientras que el «barbasco» se emplea como insecticida natural y para el tratamiento de afecciones parasitarias.
Más allá de su valor medicinal, estos cultivos nativos forman parte integral de la identidad y la cultura de Tumbes. Su preservación y uso sostenible no solo benefician a la salud de la población, sino que también contribuyen a la conservación de los ecosistemas y la transmisión de conocimientos ancestrales.
En conclusión, los cultivos nativos medicinales de Tumbes representan un tesoro invaluable, tanto en términos de salud como de patrimonio cultural. Su estudio, protección y promoción deben ser prioridades en la agenda de desarrollo de esta región, a fin de garantizar su legado para las generaciones futuras.











